Eran las 9 cuando me senté a bordar y coloque la mirada sobre mi bastidor , Me encontraba totalmente serena y relajada. De inmediato escuché ¡Beatriz son las 12 ¡ ¿estas lista para el almuerzo? ¿Las 12 pero cómo ? ¿ Donde estuve ?
Cuéntame ¿te sucede a ti?

Otra mirada es que el tiempo sí existe, transcurre y camina con nosotras. Mientras esta regla del universo se va desplegando, dentro de nosotras también algo se mueve, sucede y acontece. A veces se diluye la sensación de medida, porque más allá del reloj lo que sentimos es un fluir: cada instante se convierte en creación, memoria y experiencia. En ese ir y venir, el tiempo se vuelve tanto externo como interno, nos habita y nos transforma. Gracias Beatriz! Bendito sea el rejo, que no mide todo lo que nos acontece :)