No es sobre el bordado, sino sobre la bordadora, el mantra de estos meses… así que me senté a tomar un té con mis demonios, y el punto satín. Siempre me ha costado trabajo y detona en mí una sensación de frustración. Con mucha calma y paciencia, decidí deconstruirlo para hacerle algunas preguntas y descubrir, como un oráculo, si habría alguna enseñanzas oculta para mí.
Para empezar, es un punto que lleva en sus entrañas una alta exigencia y prolijidad por parte de la bordadora. Requiere de un meticuloso trabajo con las paralelas, lo cual conlleva un ejercicio espacial de equilibrio y simetría interesantes, y como dice Gimena, confiar en ellas, “confíen en sus paralelas”, escucho a lo lejos.
Híjole, ¿con qué asocio las paralelas?... mmmm con orden, exactitud, simetría… y estos conceptos me cuestan, quizás porque tengo una inclinación natural hacia el desparpajo, la improvisación y la rebeldía, las cuales honro pero también reconozco que no siempre me han sido beneficiosas.
Y todo esto es lo que se pone a prueba en este punto, este gesto, este movimiento que como un gatillo, detona una red de sensaciones y pensamientos que no alcanzaba a comprender.
Así que tomé un pedazo de lienzo y diseccioné el punto, como lo haría con una piedra preciosa, un objeto caído del espacio que emana ondas, energía y un mensaje listo para ser descifrado.
El resultado ha sido una serie de descubrimientos que aquí consigno:
El punto satín es un punto capicúa. Puede leerse de atrás para adelante o de adelante para atrás y se puede llenar o vaciar.
Es una construcción sobre un espacio que puede estar vacío o puedes rellenar con un pedazo de tela o fieltro para sostenerlo.
Si lo diseccionas para analizar su desarrollo, y decides no rellenarlo, es un punto que esconde un regalo sorpresa para la bordadora, ya que en su interior alberga un espacio vacío y no me refiero a un vacío de nada, sino a ese vacío que está lleno de posibilidades, donde todo puede surgir.
Cuando lo deconstruyes y vas del final al inicio, genera una total sensación de vulnerabilidad, es como desnudarte y que solamente quede una línea de paso atrás como origen y testigo.
Cuando has terminado el punto, éste evidencia si has hecho un trabajo cuidadoso o apurado, un estado de impaciencia o de absoluta presencia.
Cerramos este ejercicio con el mantra, nada sobre el bordado, todo sobre la bordadora…
...eso, un punto que refleja un estado de ánimo!
Que bonito es el punto satín, a mí me da satisfacción ver el resultado final, parecen almohaditas hechas meticulosamente ❣️
Tengo un problema parecido pero con la cadena bicolor. Tendré que copiarte el proceso para entender porque me pasa eso con ese punto en particular. Gracias por publicarlo