¿Bordar para vivir?
No hace mucho que empecé a bordar, apenas unos cinco años. Sin embargo, desde el primer día en que me comprometí con una pieza manufacturada a través de hilo y aguja, no he podido dejar de hacerlo. El lienzo permite desatar la creatividad. ¿Por la concentración que requiere construir con la aguja, por la repetición que se adquiere para producir, por el contacto táctil con los materiales, porque requiere de una respiración rítmica? Desde mi experiencia, por todas estas razones, porque aquí encuentro un espacio de silencio.
Hasta hace poco me empecé a plantear el bordar como una actividad que pudiera tener una remuneración económica. Quizá porque soy arquitecta y ese aspecto necesario lo cubro a través del diseño y producción de espacios para habitar, sin necesidad de pensar en el bordado como el medio para obtener ganacias económicas. Sin embargo, es tal la afición (o adicción) que esta actividad…
Comparto tus propuestas, sería importante revalorizar el trabajo de las bordadoras