También eso decía mi abuelita, ella bordeaba sentada en su mecedora cerca de una ventana, pero ella decía de las tijeras, que no te atrapaba un rayo cortando tela!!! Se ve que es el espíritu del bordado que ronda por nuestra ciudades.

Que hermoso tu trabajo, lo mejor que en tu ciudad te lo reconozcan y valoren!!! Seguramente muchas personas seguirán tu ejemplo.😘

ese sonido lo recuerdo bien, cuando era niña me dormía en la cama de mi abuela y ella se quedaba bordando y yo escuchando el ras ras!

una empresa humana y solidaria! Siempre son un ejemplo de vida.

Que interesante anécdota. Creo la calma es fruto de sentirte protegida. Tengo la idea de que los hilos nos ayudan a entendernos. Yo hago nudos con los restos, los uno diciendo que ese pensamiento de luz, de calma... permanezca y voy haciendo una gran hebra. Para que? Aún debo descubrirlo!!