Mamá, esta vida me permitió coincidir contigo, sé que me amaste desde el primer momento que nos conocimos, yo también lo hice. Fuimos afortunadas, creo que nuestros lazos están unidos, nuestras almas ya se conocían y han decidido crecer juntas.
Fuiste una mamá muy joven, cuando lo recuerdo y nos vemos ahí solas, tú y yo en este mundo tan grande, me da tanto orgullo ser tu hija, creo que yo no hubiera podido ser tan valiente como tú lo has sido en este mundo.
Las dos tuvimos que madurar muy pronto, tuvimos que enfrentarnos a un mundo duro, pero siempre me hiciste sentir que éramos más fuertes y grandes que todos esos obstáculos.
Siempre me pintabas un mundo lindo, siempre me dejaste ver, que por muy mala que fuera la situación, nos tocaba cambiarla.
Sé que somos dos niñas jugando en un mundo mágico, siempre conectadas en esos hilos de la vida. Ahora eres abuela de una niña que te ama y que se ha amarrado a esos lazos también. Somos tres almas, creciendo juntas. Hoy volvemos a ser niñas con esta niña. La vida nos lo debía y por eso mantenemos ese espíritu.
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