Cuando pensé en la inmovilidad que iba a tener durante unos meses, apareció el bordado y la posibilidad de aprender a crear, así pues, preparé con antelación el participar en este proyecto que es BAAD.
En las horas más negras, el dolor físico puede mitigarse con analgésicos, pero el dolor emocional, la angustia, el estrés y los pensamientos oscuros quedan relegados cuando sientes la aguja entre tus dedos, cuando las enhebras, cuando preparas la tela y la colocas en el bastidor, cuando puedes tocar con tus dedos una melodía al comprobar su tensión.
Bordar te permite volar con la imaginación y crear nuevas ideas, te permite experimentar, analizar los resultados y sobre todo disfrutar del proceso de creación y de su ejecución.
Cuando te das cuenta ya no sientes dolor en el alma y el dolor físico pasó a un plano tan lejano que ni lo tienes en cuenta.
Cuando pienso en lo que bordar representa para mí, me siento feliz, también me sirve para conectar con toda la saga de artistas bordadoras entre mis antepasados, las siento a mi lado, bordan conmigo y dirigen mis puntas con sus manos expertas.
Una de mis abuelas fue la que puso una aguja entre mis dedos por primera vez cuando tenía 7 años y me empezó a enseñar los puntos más básicos de bordado, el punto tallo, el paso atrás y el festón y todo ello para hacer un pequeño bordado que regalé a mi otra abuela.
A partir de ahí no era consciente que de una manera más o menos continua ha estado presente en mi vida el bordado, como algo que me entretenía y me ayudaba a pasar momentos tediosos y estresantes.
Cuando tuve que hacer 5 meses de reposo absoluto, para poder retener a mi futuro bebe en el útero, y no podía incorporarme de la cama, un bordado de “petit point” y lanas colber, me alejó del aburrimiento y a no perder la paciencia y así podría seguir con anécdotas varias.
En estos momentos el bordado con todo el bagaje aprendido y haber despertado mi creatividad, ya no me limito a reproducir un patrón o una guía de colores, ya creo mis propios proyectos, hago mis patrones elijo mi paleta de color.
La descarga de emociones que todo eso me proporciona y saber que formo parte de una comunidad de mujeres bordadoras, me hace sentir equilibrada, feliz y llena de amor al mundo y a la vida