Hace unas semanas estaba tomando un curso en Perú sobre textiles andinos, y mi maestra, Mamacha, le dicen con respeto, hace hincapié en no cortar los hilos con tijeras, usa siempre las manos, (aclaro que usa hilos de lana y es más fácil). Además, todo hilo se desanuda y se reutiliza, nada se desperdicia.
También cuando no salía la labor, nos decía que no le habíamos cantado a los hilos, tenemos que estar con cierta actitud y alegría al trabajar.
Me parece muy bello, tengo un frasco de vidrio que contiene aquellos hilos que resultan muy cortos para utilizarlos como normalmente lo haría, pero que me rehúso a tirar. Estoy segura que en algún momento los necesitaré en algo que será muy especial, pues se trata del rastro que quedó tras todo el tiempo bordado.